La vida en nuestro planeta funciona con energía solar. Cada parte de la superficie de la Tierra recibe 4.380 horas de luz solar al año, pero con diferentes intensidades dependiendo de dónde se encuentre. Los cambios estacionales en la luz ocurren porque la Tierra no gira en posición vertical sobre su eje, sino en una inclinación, lo que significa que diferentes partes del planeta están inclinadas hacia el sol en diferentes épocas del año. A través de historias del mundo animal, este episodio revela cómo la vida silvestre se ha adaptado para sobrevivir a estos cambios anuales en la luz solar.