Montados en el coche de un campesino, ambos se van alejando de la ciudad, para intentar vivir una nueva vida, en un nuevo lugar, juntos. Al final, llegan a una ciudad que les recuerda a la suya, con un puerto, y que parece estar en buen estado. Allí, Shuji entra a trabajar en el sector pesquero, mientras que Chise se dedica a repartir comidas en un restaurante.
Rápidamente ambos se ganan la confianza y la amistad de todos, y es por eso que Masa-san acepta intentar arreglar una moto vieja, con la que Shu-chan y Chise irán de picnic. Sin embargo, las pastillas para controlar al Arma se han agotado, y a ella no le quedan muchos días de vida. Afortunadamente, el médico aparece allí, y le da las últimas tabletas, antes de marcharse y morir. Sin embargo, con esa medicación solo durará unos pocos días más.
Cuando, por fin, han conseguido arreglar la moto, la destrucción regresa: aviones enemigos empiezan a bombardear la ciudad, con la mala suerte de caer una bomba al lado de Masa, que muere, apoyado en la moto que tanto le ha costado arreglar. Además, Chise lucha contra ella misma, intentando evitar que El Arma Definitiva salga, la domine, y estrangule terriblemente hasta matar a Shuji.