Luffy consigue ganarse la confianza de los habitantes de la isla y su tripulación es guiada a la aldea a excepción de Zoro y Carue que se quedan vigilando el barco. Tras enterarse que solo queda una doctora en la isla y que vive en la cima de una peligrosa montaña, Sanji y Luffy emprenden el camino para llevar a Nami hasta ella.