Peggy es puesta en contacto por el viejo conocido Howard Stark cuando es enmarcado para encontrar sus armas más mortales y no puede confiar en nadie más que en ella. Para ayudar a Peggy a limpiar el nombre de Stark, este insiste en que su mayordomo, Edwin Jarvis, este a disposicion de ella y llamada, si a ella le gusta o no. Pero el riesgo es grande: Si son atrapados, la Agente Carter podría ser nombrada como una traidora y pasar el resto de sus días en la cárcel… o peor.