Seiya se enfrenta solo a Aldebarán, pero éste mantiene cruzados los brazos mientras ataca a Seiya repetidas veces. Luego de muchos golpes, Seiya nota que la pose de batalla de Aldeberán es como un pase de espada, donde el momento más peligroso es cuando la espada se mantiene en la vaina lista para el ataque. Seiya reta a Aldebarán a que romperá su postura ofensiva-defensiva. Con un Cometa Pegaso, logra que Aldeberán rompa su postura. Una vez logrado esto, puede ver todos los movimientos del ataque de Tauro, hasta que finalmente detiene uno de ellos.