Días oscuros para la Inglaterra de los Tudor. Una enfermedad mortal se propaga a pasos agigantados por el país. La escasez de alimentos agrava el sufrimiento. El optimismo natural y la energía de Enrique se vienen abajo. Pero después de la tormenta viene la calma. La plaga comienza a desaparecer y el Rey recibe noticias de su amante, Ana Bolena, que milagrosamente ha sobrevivido. Además, un enviado del Papa Clemente está de camino a Inglaterra para convocar un tribunal que decida sobre la nulidad del matrimonio.